SpY en Bilbao La Vieja (Producción)

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La primera propuesta que nos pasó de intervención tenía que ver con la ría, unas canastas y un partido de baloncesto bajo el agua. Sólo pensar en los permisos que tendríamos que conseguir para realizarla ya nos entraban sudores así que cuando su mirada se centro en el asfalto y los coches respiramos más tranquilos porque pensamos que sería mucho más fácil. La idea era sencilla. Estamos tan acostumbrados a los coches dentro del paisaje de nuestra ciudad que es complicado que uno de ellos nos llame la atención. SpY ideó el modo y nosotros nos pusimos manos a la obra.

Había que conseguir un coche que pudiésemos destrozar a nuestro antojo. Llamada a los desguaces de Bizkaia y explicarles la idea. Algunos se sorprendieron, como esperábamos, y otros lo vieron de lo más normal, como si fuera una labor que hiciesen todas las semanas. Primera pega. No puedes abandonar un coche a su suerte en la calle sino está descontaminado así que necesitábamos que el desguace nos presentase un documento que acreditase esto. Vale, superado. La intención era que el coche, a pesar de ser de un desguace, pareciera uno más de los que están en la calle. Conseguimos un sedan blanco que daba el pego totalmente. De hecho, como comprobaríamos más tarde por los comentarios de algunos expertos, era un coche del que se podían sacar chispas todavía.